Adicciones con sustancia: Tabaco
Durante la combustión del tabaco, se origina mas de 4.000 productos tóxicos diferentes (alquitranes, monóxido de carbono y otros irritantes como el amoniaco) capaces de provocar enfermedades cardiovasculares, respiratorias como la bronquitis crónica, y el enfisema pulmonar y diferentes tipos de cáncer constituyendo la causa principal de muerte prematura y prevenible en nuestro país.
¿Qué es el tabaco?
El tabaco es un producto que se obtiene a partir de las hojas de la planta Nicotiana tabacum. Uno de sus componentes, la nicotina, es una potente droga estimulante del sistema nervioso central con una alta capacidad para producir adicción.
A partir de esta planta se obtienen productos que se fuman (cigarrillos, cigarros y pipas), se frotan en las encías (tabaco en polvo o tabaco de mascar) o se inhala (rapé).
¿Cómo te afecta el tabaco?
La nicotina presente en el tabaco es una droga altamente adictiva que condiciona un consumo crónico y creciente a lo largo de la vida. Su efecto adictivo es el responsable de que la nicotina, como el resto de las drogas, tenga capacidad para producir lo que llamamos adicción.
Cuando hablamos de enfermedades adictivas, estamos hablando de enfermedades del cerebro, en concreto se trata de una alteración a nivel del llamado Sistema de Recompensa Cerebral.
El sistema de recompensa, refuerzo o placer es un área que al ser estimulada nos causa una sensación de bienestar y como consecuencia, produce que repitamos una determinada conducta. Esta zona primitiva, está diseñada para que ciertas conductas (beber agua, comer alimentos, mantener relaciones sexuales) se puedan mantener y con ellas nuestra favorecer nuestra supervivencia.
Las drogas son sustancias que por sus especiales características acceden a nuestro cerebro y actúan sobre este sistema de recompensa. Alteran su funcionamiento, de tal forma que cuando la enfermedad adictiva se establece, se experimenta la necesidad de consumo como si de hambre o sed irrefrenable se tratara (Craving), con la diferencia de que se pierde la sensación de saciedad respecto a la droga y ésta es consumida en grandes y nocivas cantidades (Priming).
En conclusión, cuando desarrollas una adicción pierdes la libertad para decidir cuándo consumes y en qué cantidad lo haces. El consumo frecuente e intenso de la sustancia genera importantes cambios en el funcionamiento cerebral y una exposición crónica a los efectos tóxicos de los diferentes componentes del tabaco de los que se deriva su capacidad para provocar el desarrollo de múltiples y graves enfermedades.
Fumar daña casi cada órgano del cuerpo y disminuye la salud general de las personas. El consumo de tabaco causa muchos tipos de cánceres, no solo los de pulmón y laringe, pudiendo afectar a otros muchos órganos. (cánceres del tubo digestivo incluyendo el de boca, garganta, estomago, hígado, páncreas, colon y recto; cánceres del sistema urinario como el de riñón y vejiga y leucemia)
Por otro lado su efecto toxico en el sistema cardiovascular ocasiona enfermedades del corazón favoreciendo el desarrollo de hipertensión arterial, infarto agudo de miocardio y aneurisma de aorta o problemas circulatorios que ocasionan falta de riego en diferentes órganos pudiendo condicionar, en casos graves, la amputación de miembros o la pérdida de función de los mismos. En el cerebro el uso del tabaco contribuye al desarrollo de ictus y a la reducción del riego sanguíneo que condiciona el deterioro cognitivo y el desarrollo de demencia.
El consumo de tabaco produce enfermedad pulmonar obstructiva crónica y mayor riesgo de sufrir neumonías, tuberculosis y otras infecciones de las vías respiratorias.
No existe ningún nivel seguro de consumo de tabaco ni ninguna forma de consumo no perjudicial. Fumar tabaco de liar o cigarrillos electrónicos u otros dispositivos causan efectos tóxicos y daños sobre la salud similares a los del consumo tradicional y probablemente otros nuevos efectos tóxicos aun por estudiar.
¿En qué consiste el tratamiento Renacer Adicciones para dejar la conducta adictiva?
Se procede a la valoración diagnóstica del paciente mediante la apertura de historia clínica en la que se recopilan todos los datos necesarios para el posterior tratamiento.
Hacemos un trabajo de concienciación y desculpabilización que facilite que el paciente entienda que tiene que hacer un tratamiento como con otras enfermedades que incluyan el abordaje multidisciplinar porque es una enfermedad que afecta a muchas áreas de la vida.
Todos estos pasos son imprescindibles porque es fundamental la participación del paciente como protagonista de su proceso de recuperación. Tiene que saber qué es lo que le pasa y cuáles son las estrategias para solucionarlo.
Con nuestro tratamiento de desintoxicación te ayudamos a superar o evitar el síndrome de abstinencia mediante la aplicación de las adecuadas medidas farmacológicas y psicológicas con una supervisión personalizada del proceso para que puedas interrumpir el consumo sin presentar signos o síntomas de abstinencia.
El tratamiento de desintoxicación se diseña en función de la sustancia o conjunto de sustancias que consumes, de su cantidad y del tiempo de consumo y teniendo en cuenta tus características específicas y otros problemas de salud. Si además padeces algún trastorno psicológico o psiquiátrico se tendrá en cuenta e incluiremos su valoración y seguimiento durante todo el proceso.
Incluye un conjunto de medidas que te permitirán prescindir del consumo de sustancias de la forma menos traumática y segura. Estas medidas son la administración de la medicación adecuada para evitar la aparición de la ansiedad resultante de la retirada del alcohol y otra medicación complementaria para la recuperación de los efectos tóxicos del consumo previo. Todo este procedimiento se realiza bajo la supervisión médica continuada que permite adaptar las pautas del tratamiento a las características específicas de cada paciente. Se incluye el apoyo psicológico desde el inicio del proceso de la desintoxicación. En esta fase también se trabaja con los familiares y/o allegados a los que se les proporciona apoyo e información para su adecuada participación en el proceso.
La deshabituación incluye un conjunto de medidas terapéuticas que te ayudarán a aprender a vivir sin consumir, adquiriendo conocimientos sobre tu enfermedad y el desarrollo de mecanismos de defensa validos ante situaciones de riesgo para evitar las recaídas.
Nuestros terapeutas te ayudarán a tomar conciencia sobre tu enfermedad, a aprender los aspectos básicos de los trastornos adictivos y sus consecuencias, a desarrollar tú motivación para el cambio y a fomentar tu participación activa y voluntaria en tu programa de tratamiento.
En la fase de deshabituación te ayudaremos con intervenciones motivacionales para promover los cambios necesarios para tu recuperación, y te dotaremos de habilidades sociales y técnicas para la resolución de problemas que te serán muy útiles en esta nueva etapa de tu vida.
¿Cómo podemos ayudarte?
Nuestro objetivo prioritario en Renacer es dar una respuesta eficaz y personalizada. Por ello incorporamos todas las medidas necesarias para una recuperación integral de las personas con adicciones y/ patología dual ya sea en nuestro centro de desintoxicación residencial , realizando un ingreso durante un tiempo determinado, como en uno de los programas de nuestro centro de tratamiento ambulatorio
Contamos con amplias instalaciones en el que desarrollamos los diferentes programas de tratamiento y que funcionan de forma coordinada, permitiendo el diseño personalizado y específico para cada usuario.
A su vez disponemos de un equipo técnico integrado que permite el tratamiento individualizado y simultaneo del paciente, además del abordaje familiar desde el principio del tratamiento y a lo largo de todo el proceso, favoreciendo notablemente la adherencia al mismo y las posibilidades de éxito.
Nuestros dos dispositivos son:
